La contratación al contado es la operación más clásica de las que se realizan en el mercado. Se trata de las operaciones de compra y venta de títulos valores que se liquidan inmediatamente o casi en efectivo. La liquidación de la operación de compra o de venta se realiza ese mismo día, o pocos días después.
Para la realización de cualquiera de estas operaciones, el inversor no tiene por qué acudir directamente a una sociedad o agencia de valores. Puede realizarlas a través de un intermediario un participante más entre el comprador o el vendedor, en cada caso, y la sociedad o agencia de valores.
Cuando se realiza la compra de títulos, el inversor no los recibe físicamente. Quedan en depósito. El suscriptor recibe una póliza de operaciones al contado, que demuestra la propiedad de los títulos.

Compra en el mercado secundario
Para comprar acciones de una determinada empresa en bolsa, no es necesario cumplir ningún requisito específico. Sólo hay que decidir qué valor se desea adquirir.
Como ya hemos dicho, la compra no la realiza el inversor directamente. Una vez dada la orden, será ejecutada por una sociedad o agencia de valores. El inversor pagará el precio de cotización en el mercado de los títulos adquiridos, además de las comisiones correspondientes.
Al hablar de bolsa pensamos automáticamente en las operaciones con renta variable. No debemos olvidar que también se negocian valores de renta fija como las obligaciones y bonos, letras, pagarés, etc.
Cualquiera de estos títulos posee un valor de cotización o precio al que deberán comprarse o venderse en cada momento.
La venta de títulos se realizará al precio de cotización de los mismos en el mercado.
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Compra de acciones en la ampliación de capital
Cuando la empresa realiza una ampliación de capital, el precio de sus títulos sufrirá una variación originada por la entrada de otros nuevos. Suele traducirse en una tendencia a la baja, aunque no debemos olvidar que nada es predecible en Bolsa.
Por ello, cuando se prevea o conozca que una empresa va a realizar una ampliación de capital y se posean acciones de la misma, lo más aconsejable podría ser la venta. Si después de la ampliación se confirma la tendencia a la baja, se podría aprovechar para volver a comprar a un buen precio.
La ampliación de capital supone la entrada de un volumen adicional de acciones en la empresa, títulos que han de encontrar comprador.
La adquisición de nuevos títulos podrá realizarse tanto por los antiguos accionistas, que podrán ejercer su derecho de suscripción preferente, como por nuevos inversores.
Por tanto, cuando se realiza la compra de acciones en una ampliación, su precio no es el de cotización en el mercado, sino el de emisión, ya que se trata de títulos nuevos aún no cotizados.
Te dejamos una lista de estrategias que puedes seguir para invertir en Bolsa;
- Comprar o vender acciones con la Tendencia de la acción
- Estrategia para especular con la figura Rectángulo en la acción
- Tipos de Divergencia en el Trading
Ampliación de capital para accionista nuevo
Un accionista nuevo, al igual que uno antiguo, puede acceder a las ampliaciones de capital. Sin embargo, el desembolso que realizará por los nuevos títulos será superior al que efectúa un socio antiguo. El nuevo inversor, además de comprar las acciones, debe adquirir también los “derechos” necesarios para ello.
Estos son los conceptos fundamentales del desembolso realizado por un accionista nuevo para la compra de acciones nuevas. La cuantía de la compra se verá además incrementada por las comisiones.
Ampliación de capital para accionista antiguo
Cuando se es accionista de una empresa, uno de los derechos que se poseen es el de “suscripción preferente”. Otorga al titular el derecho a suscribir un número determinado de títulos cuando se produzcan ampliaciones.
El derecho de suscripción tiene un determinado valor y es negociable por separado, de modo que se puede utilizar de dos formas diferentes:
- Para adquirir acciones nuevas.
- Venderlos en el mercado de derechos durante la ampliación.
El accionista deberá definir su actuación respecto a la adquisición o no de las acciones nuevas, así como la cuantía de las mismas.
Ejerce el derecho de suscripción preferente, adquiriendo las acciones nuevas como ya posee los derechos, únicamente desembolsará la cuantía correspondiente a las acciones compradas, por su precio de emisión.
Decide comprar un número de acciones mayor al que tiene derecho. Deberá entonces comprar el número de derechos necesarios para ello.
Realizar una “operación blanca”. Consiste en que el accionista antiguo vende una parte de sus derechos, con lo que obtiene liquidez y conserva otros, que le dan derecho a adquirir un cierto número de acciones. La compra de las mismas se realiza con la liquidez obtenida. La compra de las mismas se realiza con la liquidez obtenida. Así, la adquisición de las nuevas acciones se efectúa sin desembolso adicional alguno.
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